La náutica recreativa no es ajena a los problemas derivados del consumo de combustibles fósiles y su repercusión en la atmósfera y el medio ambiente en general. No solo la mayor concentración de dióxido de carbono es un problema acuciante, sino también la presencia de otras sustancias derivadas del consumo de fuel, gasolina y diesel. Sustancias como el óxido de azufre y similares (NOx), el óxido nitroso (NOx) y otros gases de efecto invernadero no menos amigables para la naturaleza, como los clorofluorocarbonos.
A pesar de que el transporte marítimo es responsable de la mínima parte de la contaminación atmosférica (estando integrada la náutica recreativa en la proporción) la Organización Marítima Internacional (OMI) ha vuelto a tomar cartas en el asunto. Y digo ha vuelto porque la OMI ha sido desde su creación una institución adelantada en soluciones, aportando convenios y códigos para paliar los efectos nocivos y contaminantes de la navegación ya con el convenio MARPOL sobre polución marina. Recientemente sus recomendaciones han puesto sobre la palestra la necesidad de optar por combustibles “más limpios”, tanto en el transporte comercial como en la náutica recreativa, cuestión a la que se ha unido la Unión Europea, poniendo el énfasis en la protección de la ecología marina.
La alternativa ecológica
El gas natural licuado GNL se viene utilizando desde hace años en los hogares. De hecho hay empresas suministradoras homónimas al combustible. Últimamente su uso se está extendiendo y ampliando a otros fines, no solo el doméstico. En algunas estaciones de servicio están empezando a ofrecer el GNL para la propulsión de vehículos equipados con motores apropiados para su consumo. Opción que no tardará en llegar a las gasolineras de los puertos deportivos.
El GNL ha entrado al mundo marítimo por la marina mercante, empujado por una orden de la OMI que obliga a la utilización de motores más eficientes medioambientalmente. A pesar de que había barcos que ya lo venían utilizando desde hace décadas: los buques dedicados al transporte de gases aprovechan la descompresión de sus tanques durante el viaje para utilizar el GNL que transportan como combustible en sus máquinas propulsoras.
Lo que ha evitado que el GNL sea un combustible habitual en la marina ha sido que precisa de varios factores importantes: motores adaptados, tripulación formada y tanques habilitados para el transporte de este combustible. Hasta ahora los barcos que aprovechaban el GNL lo hacían quemándolo no en motores, sino en turbinas. Pero esto tiene una fecha de caducidad.
Impulsados por las órdenes gubernamentales los fabricantes de motores (Wärtsilä, Anglo Belgian Corporation, MTU, Scania, Volvo Penta…) están sacando a la luz motores capaces de utilizar gas natural en su funcionamiento, ya sea puro o mezclado con diesel.
Ventajas e inconvenientes del GNL
El gas natural tiene sobre todo ventajas medioambientales, sumadas a un menor consumo en comparación con combustibles tradicionales:
-
Produce un 25% menos de emisión de dióxido de carbono.
-
Al ser gas no genera emisión de partículas.
-
No genera derivados del azufre (SOx).
-
Reduce hasta un 90% las emisiones de NOx.
Con este currículo no se debían poner muchas objeciones a la utilización del gas natural como combustible marino, sin embargo, “haberlas las hay”.
Para empezar el metano contenido en el GNL es 25 veces más nocivo que el dióxido de carbono, por lo que cualquier fuga tiene una gran repercusión atmosférica. A esto se suma las medidas de seguridad adicionales que necesita el gas para portarlo a bordo, con locales especialmente habilitados, conducciones de gas, máquinas específicas, el riesgo de fuga durante los transbordos, así como la falta de formación de las tripulaciones y gente del mundo recreativo en su uso. No obstante, si está disponible en las gasolineras para vehículos, ¿por qué no va a ser factible en la náutica recreativa? Como alternativa para quienes rehusan de estos combustibles están los barcos híbridos, una novedad que tendrá su hueco en los próximos salones náuticos de Valencia y Palma.
Deja un comentario