El 25 de septiembre volverá a celebrarse, un año más, el Día marítimo internacional. Un evento auspiciado por la Organización marítima internacional, OMI, que implantó la celebración en 2005 para concienciar sobre las cuestiones relacionadas con el mar. Este año la cita pretende insistir en la implantación de los convenios marítimos internacionales. Con el título “Implantación efectiva” se hace un llamamiento a los estamentos implicados: Estados y navieras, a que entren en vigor los diversos protocolos y convenios internacionales que tienen como objeto proteger el medio marino y salvaguardar la seguridad en la mar.
Convenios en el tintero
El japonés Koji Sekimizu, Secretario general de la OMI, ha hecho un llamamiento para que este Día marítimo mundial de 2014 lleve a la reflexión sobre la implantación de los convenios marítimos firmados, pero pendientes de entrar en vigor. Se da la circunstancia de que la burocracia internacional es tremendamente lenta en la aplicación de estos convenios. Una vez redactado el texto se ha de remitir a la asamblea de la OMI, donde se le da el visto bueno y se propone para la firma por los distintos países. Los Estados miembros van firmando el convenio, sin que pueda entrar en vigor hasta que firmen los Estados que reúnen una cuota mínima de arqueo bruto mundial. Dependiendo del convenio se suelen aplicar dos criterios para ponerlo en marcha: de una parte tener un mínimo de países firmantes y de otra que esos países alcancen el mínimo de arqueo bruto mundial necesario para la implantación.
A fin de evitar los gravámenes fiscales de los países más exigentes en materia fiscal y de seguridad marítima, las navieras registran sus buques en banderas de conveniencia, teniendo un ahorro en impuestos. Esto implica que una docena de países tienen registrados más de las tres cuartas partes de la flota mundial. En esta lista destaca Panamá, Islas Marshall y Malta, como pabellón de conveniencia de Europa. Si estos países no firman los tratados, lo que suelen hacer con reticencias a fin de proteger sus intereses, los convenios quedan en los cajones, pendientes de entrar en vigor, demorando la puesta en marcha de medidas urgentes.
Entre los convenios más urgentes que están pendientes de aplicación destacan:
- Control y gestión por los buques del agua de lastre y sedimentos.
- Convenio de Hong Kong sobre el desguace seguro y ecológico de los buques, al que dedicamos un espacio en este blog hablando sobre los cementerios de barcos.
- Convenio de Nairobi sobre la remoción de naufragios, también tratado hace unas semanas cuando fue noticias tras la ratificación del mínimo de países necesario para entrar en vigor.
- Protocolo sobre el convenio de responsabilidad e indemnización por daños relativos al transporte de sustancias nocivas y peligrosas.
- Acuerdo sobre la puesta en marcha del convenio de Torremolinos sobre seguridad de los buques de pesca.
De estos convenios ninguno afecta directamente a la náutica recreativa. Sí lo hacen en algún caso para los barcos de más de 24 metros de eslora; dimensión a partir de la que son considerados buques. No obstante, de lo que ocurre en la mar todos nos salpicamos y es de esperar que en modo alguno tenga repercusión su implantación en la normativa vigente y afectación a todos los ámbitos de la marina.
Deja un comentario