Cuanto más fuerte sopla el viento, mayor será la altura de las olas. Pero en la mar nunca nos encontraremos olas regulares.
La descripción del estado de la mar se caracteriza por la superposición de dos tipos de oleaje: las olas creadas por el viento y la marejada formada por la propia mar. En la componente del estado de la mar dependiente del viento, influye tanto la distancia desde la que sopla como la duración de la acción del viento para generar el oleaje (fetch).
Estado de la mar.
Con el objetivo de tratar de clasificar un estado de mar al estilo de la escala Beaufort para el viento, se debe elegir un parámetro representativo.
Una ola teórica regular se caracteriza por parámetros representativos: la longitud de onda (distancia entre dos máximos), el periodo (tiempo en que, conforme avanza la ola, un máximo llega a la posición del máximo siguiente) y la altura de ola (distancia vertical entre dos máximos consecutivos de oleaje).
Para mares irregulares, en oceanografía y servicios meteorológicos, se utiliza el parámetro “Altura significativa” de ola (H1/3) que se define como la media de la tercera parte de las alturas de ola más altas.
Altura significativa.
Este es un modo simplificado de representar la mar por una “ola regular significativa” equivalente a la mar real.
La razón de definir de este modo la altura significativa y no trabajar con una altura máxima, es que es un buen indicador del «estado medio» de la mar tal como lo percibe un observador a bordo de un barco mirando hacia la mar.
En aguas profundas, conociendo la altura y el periodo podríamos conocer la celeridad de avance del oleaje y concluir que las olas más grandes se propagan más rápidamente.
Aguas profundas. Mapas de previsión de oleaje.
Los mapas de previsión de oleaje proporcionan una buena fuente de información a bordo. La web de puertos del estado proporciona los mapas previstos de oleaje y viento con un horizonte de predicción de 72 horas.
El siguiente registro de alturas máximas muestra el record alcanzado de oleaje en las costas españolas durante el pasado año: 27,81 m de altura.
Aguas poco profundas. Precaución en los fondeos.
En aguas poco profundas (entendiendo estas como aquellas cuya profundidad es menor que la décima parte de la longitud de onda del oleaje), la velocidad de desplazamiento no solo depende de la longitud de onda sino también de la profundidad.
Cuándo la profundidad disminuye, la ola “se frena” y cuando estamos observando el mar, parece que los trenes de ola que van avanzando, al llegar los bajos fondos “giran sus máximos” cuando se acercan a la costa.
Por tanto cuando se fondea una embarcación en las proximidades de un cabo, hay que prever este giro del oleaje, para evitar que un indeseable borneo del yate.
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