Pesca deportiva al brumeo desde embarcación

La fórmula de pesca deportiva al brumeo consiste en capturar grandes peces con caña y con el empleo de cebos esparcidos a la estela de una embarcación. O, si la corriente lo permite, una pesca con apoyo sólo de la corriente y a la deriva para garantizar silencio en la zona que se haya acotado por su actividad de vida marina y por la selección de especies que se espera pescar.

Pesca deportiva con técnica brumeo

El objetivo de la pesca al brumeo

El objetivo es cebar la zona elegida con pescado troceado que resulte especialmente atractivo como carnaza olorosa, como caballas, sardinas o jureles. Las capturas para este tipo de pesca que resulta muy artesanal pueden ir desde anjovas, palometones, llampugas, y bacoretas, en algunos casos, y para fondos que ronden los cuarenta metros o algo más; y escualos o también atunes grandes para fondos mayores.Sin embargo, la eficacia de la técnica del brumeo puede resultar muy diferente en función de factores como las corrientes y, sobre todo, de la misma profundidad.Las corrientes, porque de ellas dependerá que, el sistema de corchos que se disponga deba incluir más lastre para evitar que los cebos deriven de la zona acotada y dejen de resultar eficaces. Amén de impedir que las líneas de las cañas puedan enredarse.
En profundidades de entre cuarenta y cincuenta metros se necesitarán unos diez o doce kilos de caballas, jureles o sardinas como cebo troceado, dos o tres cañas repartidas por la embarcación para evitar que se produzcan esos temidos enredos de líneas, bien de jigging o de curri tipo ligero.En cuanto a los bajos que se recomiendan para este tipo de pesca deportiva, tal vez los de fluorocarbono del tipo 0.50 de tres o cuatro brazas con la potencia añadida de un anzuelo de los que se emplean en el jiggin.

Atraer la pesca

Para atraer la pesca que interesa, es conveniente realizar un vertido regular de la carnaza troceada. En una pasada de la embarcación, cada treinta o cuarenta segundos. Y dependiendo de la pesca que se quiere capturar, puede resultar aconsejable el empleo de cebo vivo que se pueda calar.

Además, serán precisos corchos o un sistema combinado de globos para colocar los cebos a diferentes profundidades y, si es necesario, una caña con una traca de plumas para pescar más peces pequeños que sirvan de nuevo cebo.

Se irá cebando el espacio acotado y se instalará a cada una de las cañas el flotador y a cierta distancia del cebo. Así, una primera podría dejarse a veinte metros, una segunda a la mitad y la tercera a cinco metros. Lo conveniente es dejar el cebo a la deriva a cierta distancia y frenar el carrete, aunque no del todo para que la presa pueda tirar de línea de manera natural en el momento inicial de la captura.

En cuanto al brumeo con embarcación para profundidades mayores y para recuperar presas de tamaño respetable que puedan rondar los cien kilos, o casi; la técnica del cebado descrita anteriormente sería la misma, sólo que con una salvedad importante. Al operar en profundidades mayores, los aparejos deberán multiplicarse para conseguir alcanzar la misma eficacia esperada.

Una inversión económica y una dedicación en tiempo de cebado que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de elegir en lugar de pesca. Sea como sea, siempre podremos buscar la complicidad y la competencia de amigos y compañeros de aventura que se sumen a nuestra propuesta de pesca de grandes peces compartiendo artes, cañas, embarcación, experiencia y tiempo para disfrutar de una jornada de pesca en el mar al brumeo.

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