El primer yate que pone en el mercado el astillero italiano Evo Yachts ha sido una de las revoluciones sonadas en el Salón Náutico de Génova donde se ha presentado. La embarcación nace con vocación de atender a los más exigentes en lo que a prestaciones, tecnología, calidades y navegación se refiere. Toda su estructura y acabados están diseñados para aportar un agradable espacio a sus pasajeros, destacando el amplio solarium en que se convierte la bañera, que llega a alcanzar los 25 metros cuadrados de superficie.
El Evo 43 es un yate pensado para servir de lancha auxiliar en los más grandes yates del mundo, aunque también puede ser un barco para realizar una escapada de fin de semana, ofreciendo un espacioso y cómodo camarote bajo la cubierta, cocina y baño independiente. Aunque sin duda lo más llamativo de la embarcación es su innovadora popa.
A simple vista se trata de un barco de recreo de líneas minimalistas, rectas y elegantes. Sin embargo, con tan solo pulsar un botón u ordenar el comando desde el teléfono móvil la borda de la bañera se abre y convierte la popa en un amplio solarium con cubierta de teca, desde el que se accede a una cómoda escalera y plataforma de baño.
Todo en el Evo 43 está pensado para el disfrute de sus pasajeros, sean o no marinos experimentados. Pues los comandos de gobierno se han simplificado con elementos integrados en el timón a rueda y un mando de jostick que se utiliza en las maniobras y pone en marcha los dos motores con hélices azimutales, capaces de hacer atracar el barco paralelo al muelle sin el mayor esfuerzo.
Bajo la cubierta dos potentes motores de la firma Volvo se ocupan de la propulsión. Son dos máquinas con la nueva tecnología mecánica IPS de 600 CV cada uno.
Con sus 13 metros de eslora y sus más de 6 metros de manga cuando están la bañera convertida en solarium, el Evo 43 viene a integrar la categoría de embarcaciones auxiliares de lujo, en competencia con las clásicas Riva. Eso sí, sin perder un ápice de seguridad, que le viene dada por la estructura y los elementos que concluyen la obra, como el cristal de forma curva del puente de 8 mm de espesor. A lo que se suma la comodidad que ofrece la nave, al convertirse casi totalmente y de forma automática en una gran plataforma de baño o para tomar el sol. En el puente el patrón dispone de toda la electrónica que puede desear para la navegación, mientras los pasajeros disfrutan de una confortable derrota en asientos tapizados con cueros resistentes y acabados exquisitamente diseñados.
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