Cómo realizar un mantenimiento óptimo a los equipos de frío de tu embarcación.

En el sector náutico son cada vez más los usuarios que demandan mayores comodidades a bordo. Es por eso que hoy día es habitual tener un frigorífico integrado en nuestra embarcación, ya sea un módulo prefabricado en un tambucho o un frigorífico con acabados náuticos.

 

Pero… ¿sabemos realizar un mantenimiento óptimo a nuestros equipos de frío de abordo?

En el caso que nos ocupa vamos a hablar de las ya más que conocidas neveras Vitrifrigo, que son un referente en calidad y diseño.

En primer lugar, debemos conocer las partes que componen nuestra nevera para poder prevenir desgastes prematuros.

Todos los frigoríficos se componen de tres partes fundamentales:

 

 

1. Compresor: Es el “corazón” de nuestra nevera, y es el encargado de hacer circular el gas por nuestra nevera produciendo el frío. El compresor no precisa un mantenimiento excesivamente complicado, le basta con estar en un sitio ventilado y que en el que no se acumule grasa, óxido, polvo o cualquier otro contaminante en su cuerpo,  con la finalidad de que nada impida la correcta disipación del calor que se genera en su interior.

 

2. Condensador: Está compuesto por un radiador con aletas de aluminio y generalmente incorpora un ventilador para disipar el calor generado. Este elemento tiene una elevada tendencia a ensuciarse de polvo y otros agentes que hacen que no disipe el calor correctamente. Se debe limpiar regularmente (1 vez al año) con un cepillo de púas metálicas y eliminar cualquier resto de polvo de las aletas y del ventilador. En caso de no realizarse, el gas no disipa el suficiente calor devolviendo parte al motor sobrecalentándolo, además de perder rendimiento. En pocas palabras, que la nevera hace poco frío y el motor puede gripar debido al sobreesfuerzo que realiza.

 

3. Evaporador: Generalmente suele ser un serpentín alrededor del recinto a refrigerar. También es común en forma de placa. El mantenimiento de este elemento es sencillo y, al igual que el condensador, no debe presentar polvo ni otros contaminantes. Si los hay, se pueden limpiar con un paño húmedo añadiendo jabón neutro. No usar, bajo ningún concepto, ácidos o productos de limpieza ni estropajos, puesto que podrían provocar daños al esmaltado anti óxido del evaporador. Si bien no es muy habitual, llegado el caso, es posible que la nevera presente escarcha en su evaporador. Si ésta cubre más del 30% de la superficie del evaporador, se debe apagar el frigorífico durante 3 ó 4 horas para que desaparezca. También lo podemos eliminar mecánicamente con cuidado. No obstante, no debe formarse escarcha en el evaporador a no ser que utilicemos la nevera en periodos de tiempo muy largos, o que las juntas de la puerta no estén en buen estado y entre aire del exterior provocando la acumulación del hielo.

Espero que con estos consejos que te damos desde Navegar.com puedas disfrutar de tu frigorífico durante muuuuuuchoooo tiempo.

 

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