Antifouling. Como realizar su aplicación correcta

El antifouling es un procedimiento de aplicación de pintura antiincrustante para los cascos de barcos y embarcaciones que tiene como finalidad frenar el crecimiento y la extensión de organismos vivos marinos que puedan comprometer el rendimiento, las condiciones marineras de la nave y la misma perdurabilidad de los materiales y componentes sumergidos.

El antifouling puede desempeñar también otras funciones más específicas como la de crear una barrera para detener la corrosión en los cascos metálicos, mejorar el recorrido del flujo del agua en barcos pesqueros y de cierto tamaño o contribuir a la optimización de las prestaciones y del rendimiento de la hidrodinámica en veleros de competición.Los riesgos de los organismos vivos crecidos en el casco, como shipworms, algas, percebes o bromas, comprometen la maniobrabilidad de los veleros contra el viento, resta velocidad a la navegación o representan un riesgo potencial, en tanto que pueden trasladarse a otras partes vitales de la embarcación como hélices, quillas o timones.
Las pinturas antiincrustantes actuales resultan de una combinación química adaptada a las características de las superficies a proteger, en unos casos, se trata de compuestos de cobre, con cualidades organoestánnicas, en otros más, fórmulas biocidas que impiden el crecimiento de los organismos nocivos.
Antifouling

Primeros pasos para aplicar el antifouling.

En cualquier caso, la calidad y las propiedades de las imprimaciones de antifouling dependen en buena medida de la preparación previa de las partes del casco a proteger y de la forma en la que se aplica la pintura.

La aplicación de pintura antiincrustante en una embarcación de fibra de vidrio, por ejemplo, es una tarea laboriosa para la que hay que extremar la atención a los detalles. Se trata de un trabajo lento, dedicado, cuidadoso y meticuloso.

El primer paso para crear una pátina antifouling en este tipo de embarcaciones es el de retirar los organismos adheridos, si los hubiera, caracolillos y las placas que dejan algunos de ellos. Hay que retirar también la capa superficial de pintura con una lijadora, que puede ser circular o de las de tipo rectangular.

Es importante adaptar el lijado por defecto, que por exceso, sin llegar a tocar las capas más bajas del gelcoat o, peor aún, la de la misma fibra de vidrio.

Es igualmente importante utilizar unas buenas gafas protectoras y un filtro para boca y nariz, porque la operación deja una nube de partículas finísimas potencialmente tóxicas que puede afectar a las vías respiratorias.

Dependiendo de la tarea y la superficie a desbastar, el gasto de lija puede ser respetable, por lo que también se recomienda una buena reserva. El tiempo invertido en el lijado guardará relación con las capas de pintura anteriores dispuestas sobre la superficie del casco.

Una vez lijada la superficie, hay que limpiarla con una hidrolimpidora, un sistema de agua a presión que retire los granos de polvo del lijado de las microgrietas o de las incrustaciones. Se recomiendan varias pasadas y repasar con la mano desnuda con el casco seco para comprobar que no se adhiere polvo alguno y que se ha limpiado de manera meticulosa.

Con el casco lijado, limpio de polvo, toca el turno al enmasillado, que no es más que la tarea de cerrar los agujeros y desconchones que puedan apreciarse. Se enmasilla y, cuando esté seca y sólida la parte taponada, se vuelve a lijar. Ese lijado ha de realizarse con lija al agua muy fina y de manera manual, pasando una y otra vez la mano sobre la superficie para comprobar el buen alisado.

Si estamos conformes, se le vuelve a dar agua a presión para retirar el polvo del lijado fino.

Aplicar la imprimación.

Lo siguiente es crear una base para la imprimación antifouling. Se crea una solución de agua y salfumán, este último al 10% ó al 20%. Con un cepillo, unos guantes protectores, gafas y mascarillas, se aplica de manera uniforme a toda la obra muerta de la embarcación. La reducción de la solución actúa sobre los organismos marinos.

La operación concluye con una nueva pasada a conciencia de la hidrolimpiadora para retirar el producto adherido que puede tener un efecto ligeramente corrosivo.

Lo que resta es aplicar la imprimación de antifouling, la recomendada por el fabricante para el material del casco de la embarcación, y, en su caso, para la salinidad imperante en el medio marino de referencia.

Lo normal es que se aplique una capa de imprimación y dos más de patente. Disponer de una buena reserva de rodillos, en el caso del pintado manual, garantizará igualdad en la disposición de las capas y las de sus extensiones.

Es importante ser concienzudo a la hora del pintado, no sólo porque la capa vista será la imagen final de la embarcación, sino porque, del buen imbricado de cada una de las manos de pintura -sin puntos ciegos-, dependerá el rendimiento real de la tarea de protección.

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One Response

  1. emilio

    diciembre 8, 2013 12:14 pm, Responder

    Lo de aplicar salfuman a la obra muerta… no se que finalidad puede tener y la masilla para los desconchones se podría aplicar en obra muerta pero actualmente exinten productos específicos para obra viva en estos casos. Un saludo

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