Robos, hurtos y apropiaciones indebidas en los barcos de recreo

Según las estadísticas publicadas recientemente por una aseguradora de yates a nivel europeo, Pantaenius, en Europa se roban cada año alrededor de 10000 embarcaciones. Una cifra que va en aumento y que incluye no solo los barcos robados de sus atraques, sino robos de objetos y equipos instalados a bordo. La prevención y la toma de medidas de seguridad por parte del armador y de los clubes deportivos están en el germen para evitar los robos, si bien se pueden seguir algunos consejos que dificultan el robo o protegen de algún modo al propietario.

Robo, hurto o apropiación indebida

Son tres los conceptos que utiliza la jerga temática para determinar la sustracción de una embarcación o de objetos a bordo. Es importante diferenciarlos y apreciar cuándo se da cada una de las situaciones, porque las pólizas de seguros pueden desentenderse en algunos casos.

Robo: detona violencia en la sustracción. Se aprecian claves cortados, elementos forzados… Esta situación suele estar incluida en todos los seguros, si bien algunas primas incluyen una cláusula de franquicia que en ocasiones supera al valor de lo sustraído.

Hurto: la sustracción se produce sin violencia. Simplemente el objeto desaparece. No hay indicios de cables cortados ni elementos rotos en la embarcación. En este caso el caco pretende, posiblemente, la venta del objeto o del barco y procura que su presentación sea la óptima. Es importante conocer si el seguro se hace cargo de la sustracción en este caso.

Apropiación indebida: caso de que el propietario, como es mala costumbre, deje las llaves ocultas en el propio barco. En esta circunstancia no se puede considerar un robo y suele estar excluido de las cláusulas de las aseguradoras.

A dónde van los barcos robados

Un portal web europeo, MCS Stolen Boats, dedicado a la investigación de robos y peritajes de embarcaciones recopila información de los barcos robados en el continente. La empresa cuenta con medios para investigar y tratar de localizar los barcos robados, con un gran porcentaje de éxito, según sus propias fuentes.

Empresas del sector advierten que las embarcaciones de recreo que se roban en Europa en pocas ocasiones se quedan en puertos continentales. Más bien ponen rumbo a la costa atlántica africana, donde las mafias se ocupan de buscarles otros propietarios. En otras ocasiones el mar Negro es el destino de los barcos.

Cómo evitar los robos

Es difícil poner puertas al campo como lo es poner puertas al mar. Las medidas de seguridad para evitar robos de barcos e instrumentos a bordo de los barcos comienzan por el propio puerto. Contar con cámaras de seguridad, puertas con códigos y vigilancia permanente es una seguridad añadida. No obstante, el robo se puede producir en los mejores clubes náuticos.

Por parte del propietario se pueden tomar varias medidas:

  • Asegurar la embarcación y cada uno de los instrumentos instalados. Es recomendable dar parte a la aseguradora de las características y número de serie de los equipos a bordo, así como comunicar al Registro Marítimo Español la instalación de equipos de navegación.
  • No dejar nada a la vista y no estibar a bordo objetos de valor es otra buena medida, a la que se puede sumar la colocación de pegatinas advirtiendo a los ladrones de que el barco carece de objetos de valor.
  • Nunca dejar las llaves en el barco. Se trata de dificultar la sustracción. Tampoco es buena idea abandonar el barco durante largos periodos. Por contra es aconsejable visitarlo asiduamente o confiar la vigilancia a alguien observando cualquier movimiento de objetos, portillos abiertos, escotillas abiertas e indicios similares.
  • No dar la impresión de que el barco está abandonado. En las visitas periódicas es aconsejable cambiar los cabos de posición, cambiar los objetos y aparentar vida a bordo.
  • Instalar equipos de localización de embarcaciones independientes de los equipos de navegación. Deben estar ocultos y en continua conexión. Estos equipos se pueden asociar a teléfonos móviles y dispositivos similares.
  • Comunicar a la autoridad y a la aseguradora cualquier sustracción, facilitando el mayor número de datos, si es posible adjuntar fotografías donde se aprecie el número de serie.
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