Hay quien conoce a Quico Taronjí por su labor periodística, pero la mayoría de los lectores de este blog de náutica seguro que saben de él por su relación con la mar. Santanderino de nacimiento, licenciado en Ciencias de la Comunicación de profesión y marino de vocación, Quico ha sido protagonista de varias hazañas náuticas. Una de las últimas y más populares fue la circunnavegación de la península ibérica a bordo de un kayak trimarán. Experiencia que pudimos vivir con él en la serie documental “Capitán Q” de TVE.
Otra de las hazañas marinas sonadas de Quico Taronjí fue el intento de cruzar el Mediterráneo de oeste a este. Desde el Estrecho de Gibraltar hasta el Mar Negro, cruzando el Estrecho del Bósforo (Estambul). Con esta hazaña nuestro intrépido Capitán de yate y periodista, procuraba batir un récord. El objetivo era navegar 2100 millas náuticas atravesando aguas de seis países: España, Malta, Italia, Grecia, Turquía y Túnez.
La odisea estaba previsto realizarse en 3 meses. Para lograrlo Quico embarcó en solitario y aislado en un kayak de construcción americana al que hizo varios importantes e interesantes añadidos.
Para comenzar puso dos flotadores en sendas bandas para convertir la embarcación en un trimarán y ganar en estabilidad. También añadió una vela ligera y un ingenio consistente en dos pedales que mueven dos originales aletas transversalmente, reproduciendo el movimiento de los peces.
Lamentablemente, cuando llevaba dos meses y medio navegando rumbo este por el Mediterráneo una tormenta dio al traste con la aventura marinera. Por entonces se encontraba próximo a la costa de Túnez, donde finalmente arribó y tuvo que dar por concluida su navegación “aislado”.
Ahora Quico relata toda aquella experiencia en un libro que se titula como la sensación que tenía mientras navegaba rumbo a oriente por el Mediterráneo. “Aislado” comienza ahora la pericia editorial, ofreciendo a los marinos ávidos de lectura el placer de surcar el Mare Nostrum en una embarcación de menos de 6 metros de eslora y sin mayor compañía que la propia.
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