La pesca con mosca es una disciplina recreativa asociada a las aguas tranquilas y dulces de lagos, pantanos y ríos. Si bien, poco a poco se va consolidando como una alternativa en agua salada. En el mar los señuelos de mosca también son eficientes, tan solo hay que tener el equipo adecuado y saber qué especies son las más propensas a picar en nuestros anzuelos. Una práctica que se puede desarrollar incluso desde una embarcación y que promete exitosas jornadas de pesca.
Especies aptas para la pesca a mosca en la mar
Esta disciplina de utilizar la mosca en la mar no tiene muchos aficionados en España, mientras en otras regiones del mundo, como Estados Unidos, se viene practicando desde hace décadas.
Algunas especies de peces de agua salada son más propensas que otras para utilizar la mosca y el sedal pesado.
- Anjova,
- lisas,
- mújoles,
- oblada,
- lampuga,
- palometa blanca,
- e incluso la caballa.
Son especies marítimas susceptibles de picar en anzuelo con mosca. Si bien hay que considerar la época del año y las características particulares de la zona para tener una certera jornada con la caña y el sedal.
Estas especies se caracterizan por su catalogación como neríticas, con lo que es habitual encontrarlas próximas a la costa. De esta forma se aprovecha la pesca a pez visto, por encontrarse en muchas ocasiones próximos a la superficie. Es lo que ocurre con la anjova o la lampuga.
Pesca desde costa o en embarcación
El mar siempre nos ofrece estas dos modalidades de pesca: desde embarcación o desde el litoral. Dependiendo de la opción elegida el equipo debe adaptarse. En las playas las especies suelen ser de menor calibre, mientras que cuando se gana sonda los peces más grandes y pesados comienzan a abundar.
Si se quiere aprovechar la caña, sedal y señuelo de río para pescar en la mar, quizás lo más adecuado sea declinar la captura a la oblada. Una especie nerviosa y ágil que se defiende con intensidad cuando muerde el anzuelo. Con suerte y un estrímer como señuelo nos podemos enfrentar a la caballa, jurel y la palometa blanca. Todos habituales en las costas.
Equipo de pesca
Cambian las especies y se requiere de un equipo capaz de soportar sus embistes y adaptarse a las condiciones de pesca en la mar.
La caña debe ser capaz de lanzar a señuelo y anzuelo lo más lejos posible, para evitar las corrientes del oleaje en costa. La distancia va a rondar entre 15 y 30 metros, por lo que es preferible una caña potente, de acción media punta y resistente. No solo debe traer la captura hasta la costa, sino luchar contra las olas.
Es aconsejable una línea de perfil WF con peso adelantado. Las líneas de 8 tienen un buen comportamiento en la mar y son capaces de soportar a peces de hasta 2 kilos. Las costas están algo esquilmadas, pero con suerte puede caer una pieza mayor. En ese caso las líneas de 9 y 10 ofrecen mejor resultado. Ten en cuenta que si pescas en embarcación las capturas pueden llegar a los 20 kilos o más.
En la pesca desde embarcación se puede optar por línea flotante o hundida. La flotante quedará a un metro de la superficie, mientras que si queremos llegar más profundo debemos utilizar líneas más densas.
A la línea principal se debe unir una línea de reserva. Los más experimentados recomiendan 100 metros, con una resistencia de 24 libras de media. Se puede optar por línea trenzada de fibras tipo Spectra, Dyneema o Micron. Esta última tiene buenos resultados con peces grandes.
Y para gestionar esta línea es preciso un buen carrete. En el mar el carrete desempeña un papel más importante que en río. El carrete debe tener un buen freno y capacidad para más de 100 metros de “backing”. Además cuenta con que debes “endulzarlo” para evitar los daños ocasionados por la salinidad del agua.
Con todo esto, un poco de maña y suerte, la diversión en la jornada de pesca está asegurada. Y recuerda que en la mar también debes practicar la captura y suelta. Es responsabilidad de todos velar por nuestros ecosistemas marinos.
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