Ósmosis: conocer para prevenir

La ósmosis es un proceso físico que se produce habitualmente en la naturaleza, por el cual una sustancia disolvente de una disolución pasa a través de una membrana semipermeable quedando libre del soluto. Es el proceso que se utiliza, por ejemplo, para desalinizar el agua de mar como paso previo a su potabilización. El agua salada pasa a presión por una membrana quedando las sales minerales retenidas. Pero este proceso, con ciertas consideraciones, también se produce en los cascos de las embarcaciones, provocando graves daños.

velero rumbo a la costa

La ósmosis afecta a las embarcaciones fabricadas con fibra de vidrio. Por lo que a la hora de pintar la obra viva de una embarcación de fibra de vidrio se ha de tener la precaución de examinar la superficie, para determinar si se ha producido la ósmosis en el casco. Lo que se sabe por la aparición de pompas y/o grietas.

Cómo se produce la ósmosis

La ósmosis se produce cuando en el interior de un casco de fibra de vidrio se acumula humedad o agua. Acaecimiento que puede acontecer por dos motivos. Por la entrada de agua a través de la limera, bocina, imbornales, grietas… en forma que se acumula en forma líquida dentro de la embarcación sobre la cara interna de la obra viva. Además, puede darse por la presencia de humedad debido al ambiente atmosférico en que se encuentra la embarcación. Es muy habitual que en las zonas costeras, y más en zona cálidas, la humedad relativa se sitúe por encima del 80 %. Esta humedad penetra en las estancias del buque e impregna el forro interior del casco.

La entrada de agua en el interior del barco es el paso previo a que se produzca la ósmosis en las embarcaciones de fibra de vidrio. Por la parte exterior de la obra viva el casco está protegido por pinturas de patente e impermeabilizantes. Por lo que el agua no está en contacto con la fibra de vidrio. Sin embargo, en el momento en que el agua o la humedad están presentes en el interior del barco, la fibra de vidrio está expuesta al líquido elemento.

El agua produce una reacción química al contacto con los elementos que componen la fibra de vidrio originando la producción de ácidos. Estos ácidos corroen y reblandecen a la fibra. Provocando las ampollas características en la obra viva de la nave. Estas pequeñas ampollas crean puntos débiles por donde el agua de mar entra en contacto con la fibra, aumentando el tamaño de los puntos y creando burbujas. Que al romperse crean mayores superficies de conflicto, pudiendo, incluso, originar grietas en el casco.

No obstante, cabe señalar que un inadecuado pintado de la obra viva, una incorrecta aplicación de los elementos que componen la fibra de vidrio y la falta de mantenimiento, pueden ser por separado causa más que suficiente para que la ósmosis se produzca desde el exterior del casco, sin necesidad de que haya agua o humedad en el interior.

Cómo prevenir la ósmosis

La primera precaución para prevenir la ósmosis es llevar a cabo un plan de mantenimiento de la embarcación que conlleve el examen periódico del casco y reparación en caso de encontrar ampollas o grietas. A lo que hay que sumar el pintado con productos adecuados a las especificaciones de las aguas en las que se navegue asiduamente y la imprimación del casco en medida suficiente.

Por otra parte, la prevención de la ósmosis compite al interior de la embarcación. Tener la habilitación seca es primordial para evitar la acumulación de agua en el forro interior. Para ello es muy aconsejable contar con un deshumidificador, singularmente cuando acaba la época estival.

El deshumidificador evitará que se produzcan olores desagradables en el barco a consecuencia de la concentración de humedad. Y, al mismo tiempo, la eliminación de la humedad previene la aparición de la ósmosis, puesto evita el deterioro de la capa interior de la fibra de vidrio por contacto con el agua.

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