El motor debe ser considerado como uno de los tripulantes más importantes a bordo, lo que deriva en un mantenimiento periódico, más allá de las varadas y visitas al taller que correspondan. Vamos a relatar algunas de las operaciones de mantenimiento básico del circuito de refrigeración:
- Sustitución del impulsor de la bomba
- Limpieza del filtro de mar
- Examen del grifo de fondo
Sustitución del impulsor de la bomba de refrigeración
Primer paso y fundamental cuando se opera en el circuito de refrigeración es cerrar el grifo de fondo.
Una señal que nos alerta sobre el mal funcionamiento de la bomba de refrigeración nos la da el escape de gases de combustión. Junto a los gases generados por el motor se expulsa el agua de mar de refrigeración que enfría al circuito interno a través del intercambiador de calor. Si se aprecia una expulsión discontinua con presencia de golpes de agua, es muy posible que el impulsor de la bomba esté deteriorado.
La maniobra de sustitución del rodete impulsor no entraña grandes dificultades. Lo primero es localizar la bomba y con el grifo de fondo cerrado abrir la tapa que da acceso al impulsor. En la imagen se observa como en este caso una de las palas falta, lo que genera un comportamiento inusual.
El impulsor es de plástico flexible y es normal que se deteriore con el tiempo perdiendo sus palas, por lo que se recomienda una revisión periódica.
Antes de extraerlo conviene realizar una marca en el nuevo impulsor para colocarlo en la misma posición que el anterior. Es recomendable lubricar ligeramente el nuevo impulsor antes de colocarlo. Facilitando la labor de puesta y que no trabaje en seco en las primeras vueltas. El lubricante debe ser soluble al agua.
Una vez colocado el impulsor procedemos a limpiar la tapa y asegurarnos de que la junta es estanca. Adicionalmente se recomienda utilizar una silicona para este tipo de juntas húmedas con presión para evitar fugas. El apriete de los tornillos se debe hacer siguiendo un orden diagonal.
Limpieza del filtro de mar
El agua de mar que refrigera al circuito interno pasa antes de a la bomba y el intercambiador de calor por un filtro que retiene las partículas sólidas a fin de evitar daños en las piezas posteriores. Este filtro suele ser de plástico y de su estado se sabe a través de un tapa transparente que lo cierra por su parte superior.
No es necesario sustituir el filtro más que cuando se aprecian daños y roturas. Mientras tanto basta con la limpieza con agua dulce, evitando la obstrucción de sus oquedades y la mejor circulación del circuito de refrigeración.
Por supuesto el grifo de fondo debe estar cerrado antes de proceder a la limpieza. Por lo general la tapa se desenrosca fácilmente con las manos, aunque puede ser de ayuda contar con una llave de estrangulamiento para facilitar la labor.
Una vez limpio y colocado el filtro conviene rellenar el circuito con agua limpia para evitar el funcionamiento en vacío. Al poner la tapa no está demás comprobar el estado de la junta estanca y proceder a su sustitución en caso de deterioro.
Examen del grifo de fondo
Una vez realizadas estas sencillas labores de mantenimiento corresponde examinar el grifo de fondo y su posterior apertura que garantiza la circulación de agua de mar. Es conveniente comprobar que el grifo cierra y abre sin obstrucción y que el entorno se encuentra seco.
El grifo puede ser de llave a rosca o llave de bola. Si es de llave de rosca al abrirlo se desenrosca por completo, para posteriormente devolver una vuelta. Estos tipos de grifo cuentan con sistemas de seguridad que impiden el cierre accidental por vibración.
Por último, y como una imagen vale más que mil palabras, invito a todos a visualizar el vídeo de nuestro compañero Juan Manuel Errea, de la Escuela Náutica Navarra.
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