La lista de la compra para el crucero

En un barco no se come como en casa, eso está claro. Para algunos, incluso se come mejor, pero esto depende de los gustos. Las limitaciones son esencialmente dos: la autonomía y la conservación. Habrá que tenerlo en cuenta a la hora de hacer la compra para el crucero de verano.

En un barco, lamentablemente no podemos contar con una gran despensa, ni tampoco con una gran nevera. Así que si os queda algo de espacio libre en la maleta entre ropa, zapatos y cartas náuticas, pues aprovechad para llenarlo con algo de comida. Si tenéis que hacer la compra, evitad los hípers del mismo puerto, que pueden ser un tanto caros, y optad por alguna tienda de los alrededores que tenga servicio de transporte.

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El agua, pese a todo

Algunos de vosotros os escandalizaréis, pero también hay que beber agua de vez en cuando. En navegación a mediodía el calor puede ser insoportable y si no queremos correr el riesgo de deshidratación, hay que tener una abundante reserva de agua. Comprad cajas con botellas de PVC, sabiendo que una persona se beberá tranquilamente cada día un litro y medio (aunque sabemos que debería beber más). El excedente se puede usar para cocinar: para hervir la pasta, preparar un té o lo que sea. Los zumos de fruta también se suelen consumir mucho. Mejor escoger las confecciones con cierre hermético.

En el capítulo dedicado al alcohol, pensad que la nevera no puede estar encendida las 24 horas del día, sino sólo cuando el motor esté a pleno régimen o cuando tengamos una conexión eléctrica en el amarre. Así que el vino blanco fresquito y la cerveza helada no siempre serán un placer… calientes no hay quien se los beba. En cambio, el vino tinto se puede degustar tranquilamente a temperatura ambiente. Igual que algún que otro destilado…

Conservación limitada

 Debido a problemas de conservación, los productos lácteos tienen vida limitada en un barco. Olvidaos de la leche que nos suele traer el lechero. Los adictos pueden comprar leche condensada, que es práctica y aguanta más. Los huevos, la carne y los embutidos, lo mismo. Pueden formar parte de los víveres, pero habrá que consumirlos rápido. En el caso de que no haya quedado claro: ¡no compréis productos congelados!

Que no falte la lata

 La comida enlatada es un clásico. Aguanta golpes, dura mucho tiempo. Mariscos, atún, verduras, son sólo algunas de las opciones. Incluso hay los que se atreven con carne.

Pasta, amore mio

El plato estrella en un barco es la pasta. Llena, se puede hacer en gran cantidad y es fácil de preparar, también durante la navegación. El arroz es otra opción. En los últimos años en el mercado han aparecido una gran cantidad de productos de pastas ya preparadas con sus respectivas salsas, de sobre. Son una buena alternativa, aunque cocinar de esta manera no sea igual de romántico…

Fruta, naturalmente

Con tanto calor la fruta es indispensable. Mejor escoger manzanas, plátanos, naranjas y piñas, que resisten los golpes y son menos frágiles, en este sentido, que melocotones, nectarinas o higos.

 

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