Una vez hemos configurado la tripulación para nuestro próximo crucero, entre todos tenemos que decidir el destino. Está claro que es cuestión de gustos, pero también habrá que tener en cuenta otros factores, como por ejemplo los vientos dominantes de la zona y si somos expertos navegantes o no.
Podemos optar por la tranquilidad de Menorca, por la marcha de Ibiza y Formentera, por la belleza de las islas griegas, por la calma de la costa croata, por el exotismo del Caribe… Es cuestión de preferencias. La decisión será fácil si todo queda en familia, pero si nos embarcamos con un grupo de amigos la cosa se complica, porque Pepito ya ha estado en Mallorca, porque el ex de Mar vive en Córcega… Así que, en estos casos, tal vez lo más prudente es anunciar de antemano el destino del chárter.
En cualquier caso, sea una elección consensuada o tomada por el capitán, no es una decisión fácil. Porque, aparte de los gustos personales, hay que considerar el tipo de navegación que ofrece cada zona. Si somos navegantes expertos nos podremos aventurar por las islas griegas, donde el meltemi sopla con fuerza, pero si aún no tenemos mucha experiencia, o si en nuestra tripulación hay niños pequeños, entonces quizá es mejor optar por algo más tranquilo como las Baleares.
En la sección de Destinos encontrarán periódicamente nuevas recomendaciones que facilitarán la elección, pero he aquí una guía rápida para ir abriendo boca, pensada especialmente para aquellos que vayan a alquilar un chárter:
Islas griegas
Ideales para navegantes expertos. En verano el meltemi puede soplar con mucha fuerza y dificultar la navegación. Son una buena opción para los que buscan el equilibrio entre naturaleza, cultura y vida nocturna. Llegar hasta Grecia, y luego hasta la isla de embarque, supone un coste añadido que puede frenar a los que tienen presupuestos limitados.
Croacia
Recomendable para los que quieren añadir un toque cultural a la navegación más clásica. Las condiciones meteorológicas son variables, pero no llegan a ser extremas. Los pueblos tienen encanto y el país es aún relativamente barato. Además, el número de calas es inagotable, y el de puertos y marinas, todos con buenos servicios, es elevado. Eso sí, Croacia no es aconsejable para los que buscan la marcha de tipo clásico con hogueras y cervezas al estilo ibicenco. Las conexiones desde España son complicadas y no precisamente baratas.
Islas Eolias
Ideales para los amantes de la naturaleza salvaje y pintoresca. Son patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En verano el viento escasea, las temperaturas son elevadas y la navegación es muy tranquila. Algunas islas tienen mucha marcha. Por el contrario, no cuentan con puertos de primer nivel, y en los pocos que hay encontrar sitio es difícil. Los precios llegan a ser elevados, según las islas.
Córcega
Ideal para los amantes del viento, y poco recomendable para los perezosos, porque Eolo se hace notar, especialmente en la costa sur. La isla está salpicada de calas con encanto y puertos pintorescos, y las excursiones por el interior son una opción más a tener en cuenta. La marcha no es nada del otro mundo.
La Maddalena y Costa Smeralda
La costa norte de Cerdeña, donde se sitúa el archipiélago de La Maddalena, que es parque natural, es perfecta para los amantes de las aguas cristalinas. El entorno es salvaje y el viento asegura mucha diversión, y además se puede llegar navegando: desde Menorca, la travesía a vela es de unas 36 horas. No es recomendable para los que buscan calas solitarias, y por otro lado hay que pagar para acceder al parque. Salvo en Costa Smeralda, la marcha escasea. En La Maddalena los precios son contenidos, pero en Costa Smeralda, y especialmente cerca de Porto Cervo, todo es terriblemente caro.
Baleares
Para los que no quieren complicarse la vida. Cercanas, ofrecen naturaleza, marcha y condiciones meteorológicas envidiables, en distintos grados en función de la isla escogida. La masificación está asegurada, tanto en los puertos como en las calas, y los precios siguen la tónica de cualquier zona turística.
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