Son 1.777 km de magníficas costas, 5.835 km si se incluyen las islas. Porque Croacia es la tierra de las mil islas, donde las aguas son cristalinas y los pueblos son pintorescos y las marinas son modernas. El crucerista ha redescubierto en el corazón del Adriático la placidez de la navegación entre tierras vírgenes, pero tierras vírgenes que se han volcado en el turismo náutico, y que ahora están de moda.
Consciente de que sus verdes y accidentadas costas son fuente de riqueza, Croacia ha apostado fuerte por el turismo. Por el litoral adriático se distribuyen modernas marinas, abundantes puertos naturales e incontables bahías con playas de guijarros y claras aguas, muchas de ellas en el millar de islas deshabitadas con que cuenta Croacia. Son largas y abruptas islas que hacen que las travesías sean cortas y plácidas y que, en definitiva, hacen de la costa croata un marco muy propicio para la navegación.
Zadar. Credito: Ivo Pervan
A ello se le añaden los encantos que ofrecen algunos de sus enclaves medievales, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, como Zadar, que cuenta con 3.000 años de historia, y, en el norte, el anfiteatro de Pula.
Y, junto a los pueblecitos encantadores y las históricas murallas, se encuentran ríos navegables y reservas naturales de frondosa vegetación, como el Parque Nacional de Brijuni, cerca de Pula, al norte del país, y el Parque Nacional de las Islas Kornati, entre Zadar y Split. Paisajes espléndidos y playas blancas, muchas de ellas naturistas, a los que acompaña un clima suave en verano y unas aguas de fácil navegación…
Con estos ingredientes, Croacia se ha puesto de moda desde hace ya unos años, y es un destino habitual para las empresas de chárter. Aconsejar una zona de Croacia donde navegar es algo difícil. Desde el norte al sur, cada rincón de la costa dálmata tiene su encanto. Si se elige un chárter de dos semanas de one way, tanto desde el norte como desde el sur se puede llegar hasta el parque nacional de las rocosas islas de Kornati, una de las zonas más tranquilas y serenas para navegar.
Si optamos por navegar por el litoral septentrional, una de las bases de chárter más importantes es Pula, que está situada en el extremo de la península de Istria, famosa por sus numerosos enclaves nudistas. Esta zona de navegación ofrece una mezcla de travesías resguardadas y otras más largas con vientos fuertes y constantes. Es aconsejable elegir fondeadero en islas como Cres y Krk, las mayores islas de Croacia, y en las de Losinj, Rab y Silba, y también se puede visitar la ciudad medieval de Rovinj y el Parque Nacional de Brijuni, en la península de Istria, al norte de Pula.
Kornati credito Damir Fabijanić
Más hacia el sur, ya en la Dalmacia, existen numerosos puntos de interés donde hacer escala, por ejemplo Zadar (vecino, además, al aeropuerto, por si lo queremos convertir en punto de inicio o final), Kornati (a 25 km del aeropuerto de Zadar), Kremik, Trogir y Split, la capital de la Dalmacia (también con aeropuerto). Desde aquí se tiene acceso inmediato al Parque Nacional de Kornati, ideal para un tranquilo chárter de una semana. Cuenta con buenos fondeaderos y unas cuantas marinas pertenecientes al Adriatic Croatia International Club (ACI), por lo que la calidad queda garantizada. Se puede entrar al parque desde Zut, Piskera y Murter, y navegar a Dugi Otok, Telascica, Kornati, Piskera, Zirke y Kaprije. Las Islas Kornati están formadas por 93 islas e islotes, todos de extremada belleza, pero destaca especialmente Telascica, donde es de visita obligada el lago Mir, uno de los dos lagos de agua salada de Croacia. Para llegar a las cascadas de Krka Skradin, de visita también muy aconsejable, hay que recalar en Sibenik y desde allí alquilar una golondrina río arriba.
Si viajamos en verano, nuestras travesías estarán acompañadas normalmente por el Maestral, el viento térmico de esta zona. Suaves brisas para dejarnos llevar en este paraíso que flirtea con la naturaleza y la cultura.
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