El rey Juan Carlos continúa la tradición de navegar a bordo de un “Bribón”. La última incorporación a la flota de José Cusí es el Bribón XVI, un barco clásico de vela de 11 metros de eslora que suma 86 años a flote y ha sido patroneado por primera vez en la bahía de Sanxenxo por su majestad. La embarcación se adquirió hace unas semanas en Finlandia, pasando al mando del rey emérito, quien ostenta el cargo de patrón desde el Bribón II.
El barco
Antes de la adquisición de la embarcación en la popa del barco figuraba el nombre de “Iam” (nombre que aún se puede intuir en el espejo). Se trata de un barco clásico que tuvo su apogeo en la primera mitad del siglo XX. En 1952 algunos de sus hermanos de clase, la 6mR, compitieron en los Juegos Olímpicos de Helsinki. Desde entonces muchos se han conservado manteniendo las líneas y apariencia original y se dedican a regatas.
La adquisición de la embarcación no fue una cuestión baladí. El monarca, junto con el armador José Cusí, viajó a Finlandia en busca de un barco similar al armado por Pedro Campos, el “Acacia”. Las indagaciones previas dieron resultado y fue en la ciudad escandinava de Loviisa donde se encontró a un barco gemelo al que llevaban en mente los armadores y el rey. De hecho, las embarcaciones salieron del mismo astillero en el mismo año. Aunque solo una estaba destinada a la venta. El Acacia se construyó para atender un encargo de un armador vasco. Al ingeniero que se ocupó del diseño le gustó tanto su propio proyecto que decidió construir una copia, el Iam (Bribón XVI), que nunca llegó a navegar a causa de su prematura muerte. Historia que acrecienta el valor y leyenda del barco que ahora está al mando del monarca.
86 años después de que los dos barcos abandonaran el astillero finlandés, sendas embarcaciones se vuelven a encontrar en un evento insólito que ha permitido ver cómo estos clásicos surcaban los mares a la par en las aguas de Sanxenxo.
A pesar de las líneas, la apariencia exquisita y los materiales de que está construido el barco, con predominio de la madera en su casco, no se puede decir que el Bribón XVI sea un barco de paseo, sino que es en esencia un barco de regatas, ligero, ágil sobre el mar y agradecido al viento.
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