El 10% de los españoles practica la pesca deportiva, cuyo impacto se valora en un reciente estudio

Un estudio patrocinado y realizado por la Universidad de Gerona, y posteriormente publicado en la revista francófona Reviews in Fisheries Science & Aquaculture, revela el impacto de la pesca recreativa (deportiva) en el Mediterráneo. Según parece mayor de lo esperado. En el mismo informe se señala que el 10% de las personas de que viven en países desarrollados de la cuenca mediterránea practican la pesca de recreo.

La mitad de la pesca artesanal

Las investigaciones, encabezadas por Toni Font, se fijan solo en el impacto de la pesca recreativa en el mar Mediterráneo, que supone según el autor del informe entre un 10 y 50% de las capturas, en comparación con la pesca artesanal. Por supuesto, no se ha tenido en cuenta la pesca comercial, cuyos datos dejan en ridículo las capturas de la pesca deportiva.

En el informe se han considerado las tres modalidades básicas de pesca de recreo: desde costa, en embarcación (fondeada o navegando) y submarinismo, señalando que supone una “presión nada desdeñable de los recursos marítimos, especialmente en áreas protegidas”. La apreciación no ha dejado indiferente a los principales colectivos de pesca recreativa españoles, que consideran abusivo comparar el efecto de esta modalidad con la explotación de la pesca que se hacen de los barcos de arrastre o de cerco con los que conviven en el Mediterráneo.

Font señala que los pescadores amateur no practican la pesca sin muerte (captura y suelta) tanto como sería deseable. Y que cuando se hace está más justificado por pescar especies con poco valor gastronómico o tallas pequeñas. Algo que dista mucho de lo señalado por las asociaciones de pescadores deportivos, que defienden la suelta de la gran mayoría de las capturas, en todas las disciplinas.

El equipo investigador identificó el número de especies habituales que se pescan en las diversas categorías recreativas. Así la pesca desde costa captura unas 46 especies de media en el Mediterráneo (45 de las cuales son vulnerables según es estudio); los submarinistas son más selectivos, sus arpones apuntan a 31 especies; mientras los anzuelos de la pesca desde embarcación abarca hasta 61 especies de peces.

Principales problemas de la pesca recreativa

La investigación llevada a cabo en el marco del proyecto europeo MedPAN North pone de manifiesto el uso de cebos tóxicos y su efecto negativo sobre la biodiversidad marina. De ellos los gusanos poliquetos y sipuncúlidos exóticos son los más utilizados, entre la variedad de 11 cebos recopilados en el informe.

Los efectos de estos cebos vienen derivados de que no son autóctonos del Mediterráneo, por lo que suponen una “invasión potencial de un nuevo hábitat”. Si bien, el mayor riesgo que se corre es la propagación de virus.

Otro de los inconvenientes destacados es la contaminación por plomo derivada de aparejos abandonados, así como los hilos que pueden ser consumidos por los peces, provocando su estrangulamiento y asfixia. A lo que se suma que los hilos de nylon tardan en descomponerse más de 500 años. El plomo, por su parte, es un metal pesado considerado nocivo para la salud.

Soluciones propuestas

Concluye la labor del equipo de Font con algunas propuestas que deben servir para reflexionar y tomar medidas para paliar los posibles efectos negativos de la sobreexplotación pesquera, que, desde luego, es difícilmente achacable a la pesca recreativa.

Establecer listados de especies vulnerables y protegidas, tallas mínimas, limitar los volúmenes de capturas y fijar períodos de veda, son algunas de las medidas que se señalan en el documento. Remarcando la importancia de la educación ambiental.

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